“Delulu is the solulu”. Este el nuevo mantra que consigue cada día mayor hegemonía tanto en las mentes de los jóvenes de la Generación Z como en sus apéndices habituales en forma de perfiles en redes sociales. No hay una traducción exacta para el término, pero podría decirse algo así como que “autoengañarse es la solución”. Porque el predicamento de la expresión delulu, que procede del inglés delusional (delirante), ha tomado por asalto la jerga centennial hasta el punto de contar con cerca de seis mil millones de visualizaciones solo en TikTok. Esta versión irónica, hipertrofiada y algo paranoica del pensamiento positivo ha salido de la nada, pero ya está en todos lados, hasta el punto de que la prensa generalista anglosajona teoriza sobre sus potenciales aplicaciones en el entorno laboral o el sentimental. “Creo que estar delulu es una de las claves más importantes para la felicidad de esta generación”, argumenta el tiktoker Moses Wong en un vídeo con 5 millones y medio de ‘Me gusta’ hasta la fecha.
Precisamente en la mencionada red social fue donde escuchó por primera vez el término Gabriela Sarmiento, una venezolana de 28 años residente en Málaga y que trufa sus redes sociales con la expresión viral delulu. “Para mí significa ver el mundo con una lente distinta, enfocarse en cosas que pueden ser inalcanzables, pero que te da felicidad con solo imaginarlas. Es estar un poco ‘fuera de sí’. Se está utilizando sobre todo para describir puntos de vista ligeros y graciosos, aunque claramente tener una distorsión de la realidad puede traer consecuencias perjudiciales”, explica a S Moda. Esta graduada en psicóloga clínica y creadora de contenido de maquillaje confirma que en los últimos meses lo delulu se ha puesto de moda tanto en el ámbito digital como fuera de él: “Mis amigos y yo también lo usamos para describirnos a nosotros mismos cuando queremos creer en algo que es improbable o imposible que suceda, como un flechazo con alguna celebrity”.
Para el coach y filósofo Carlos García, la clave de este pensamiento está en la confianza en uno mismo. “Hoy día sabemos que esa confianza segrega en el cerebro dopamina, oxitocina y otras sustancias que estimulan la salud de las células, así como su regeneración. No es magia. Está comprobado que nuestro organismo funciona mejor desde un pensamiento que se anticipa el éxito. Hay estudios que relacionan este tipo de pensamiento con algunas enfermedades y su curación. No es que pensando positivamente nunca te constipes, pero será más fácil para tu organismo defenderse de determinadas agentes”, corrobora, y advierte, “no hay que confundir el pensamiento delulu con la irracionalidad o la estupidez. No se trata de forzar la imaginación para visualizar sobre la mesa un millón de euros con la creencia de que cuando abras los ojos el dinero estará allí; se trata estructurar tu mente hacia lo positivo —no para atraerlo sin más—, sino para creer que es posible”.
La repercusión de esta mentalidad es tal que hasta la revista Fortune ya se hace eco de cómo una nueva hornada de profesionales apuesta por la filosofía delulu para conseguir puestos de trabajo superiores a lo que les correspondería por formación o edad, ‘delirando’ sobre sus capacidades ante sus empleadores. Un truco que contrarresta el famoso síndrome del impostor y que, según la publicación, es invitar a las mujeres “a comportarse como un ambicioso hombre blanco”. “Los estudios demuestran que las creencias culturales, a menudo influenciadas por el género, respecto a la percepción de los trabajadores sobre su propio nivel de habilidad se traducen en brechas reales de salario y rango. La menor autoconfianza promedio de las mujeres, especialmente en el ámbito profesional, tiene su origen en siglos de sexismo, techos de cristal y acoso en el espacio laboral. Por el contrario, los hombres siempre se han sentido con el derecho a perseguir sus ambiciones y exagerar sus calificaciones”, escribe Rachel Shin.
El origen de la palabra retrocede una década en el tiempo, siendo acuñada por los seguidores de la música pop coreana (K-pop) para describir a los fans más obsesivos y apasionados con ciertos ídolos. Ahora, sin embargo, la narrativa cambia: tú, el empoderado fan de ti mismo, dándole una vuelta a aquel manido dicho paulocoehliano de que “si deseas algo con mucha fuerza, el universo conspira para que suceda”.
En el ámbito sentimental, la confianza extrema en nuestras posibilidades puede llevarnos a neutralizar las excusas y lanzarnos a declarar nuestro amor por ese flechazo platónico que se antoja a priori demasiado atractivo o exitoso como para interesarse por nosotros. García, especialista en terapia de pareja y autor de la novela Manual de papiroflexia, admite que esta positividad es fundamental de cara a la salud de nuestras relaciones. “Es necesario hacer cosas en favor de la relación todos los días, sobre todo si estamos viviendo una crisis. Vivir con el convencimiento de que serás capaz de superar esa crisis es casi tener la mitad del trabajo resuelto, no solo porque actuarás de forma más eficiente, sino porque te convertirás en alguien mucho más magnético. En mi trabajo con parejas lo he visto mil veces: si alguien viene convencido de que la relación no va a funcionar, si viene derrotado y ni siquiera hace el esfuerzo de pensar en positivo, desde luego no lo conseguirá. Sin embargo, alguien con la mentalidad delulu, alguien que cree que podrá cambiar las cosas, se enfrenta cada mañana al mundo de una manera peculiar, tiene un semblante distinto, una sonrisa diferente y enfoca los problemas de una manera más efectiva”.
Por otro lado, varios expertos también hablan sobre los potenciales efectos negativos de tener que autoengañarnos a diario sobre nuestras posibilidades y de la gestión de la frustración una vez nos topemos con la cruda realidad. Para Sarmiento, ver la vida de una forma más ligera y divertida trae sobre todo beneficios a nuestra rutina: “Si crees que puedes lograr todo lo que te propongas, es probable que tengas la confianza suficiente como para dar los pasos que necesitas para cumplir esas metas. Supongo que algunas personas utilizan el delulu como método para aumentar su autoestima y lidiar con los episodios difíciles que nos ocurren en el día a día”.